No es sino el verde el color de la envidia.

lunes, 20 de octubre de 2014

Te perdono

"Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar". Gandhi.



Desde entonces la más aguda 
espina, taimada
Niega atravesar la noble fibra
en el pecho ubicada, 
donde fenecen las luces que antaño cegaron.

Sí, porque el viento de tu boca
cortante, arrogante, desmerecido
atacó, disecó cada nudo esforzado
con precisión.

El perdón es noble y traicionero
a partes iguales.
Ahora suturas tus besos a mi espalda
como si no dolieran.
Intención, decisión, acción...

No sé ostentar cicatrices,
pero hay ardores que se aceptan.
Cuya combustión quema sin destruir,
pero devuelve la vida con cada
titilación. 

J. Herrería.

miércoles, 20 de agosto de 2014

La noche de los meteoritos.

A veces tenemos que perder las cosas para entender la importancia que tienen. Susanna Tamaro.


Si existiere una forma
Mas perfecta de besarte
La encontraría,
Allende la metáfora
Nuestros labios se reúnan
Donde arden las estrellas.

 J. H

jueves, 8 de mayo de 2014

No te abstengas

"El valor es el resultado de un grandísimo miedo." Ferdinand Galiani.


No te abstengas.
No controles con rechazo
la pulsión turbulenta de tus carnes rojas.
No resumas en vino la sangre
que fluye y golpea con fiereza
esa piel que ocupas...

No te mientas.
No encierres entre tus fauces
el grito terebrante de libertad.
No te ahogues en el infinito de tu pena
que se desplaza como anillos
que orbitan un planeta.

No te prohibas.
No detengas la felicidad
que te baña y te resucita cada ocaso.
No hieras con pesar
la mano que soporta tu peso
en la oscuridad de tu alma.

No te censures.
No mientas a tus válvulas
que conocen el motivo de cada latido.
No disfraces tus emociones
de un color que no tienen,
de una persona que no eres.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Mi barco.

"Donde no puedas amar no te demores" Frida Khalo.

"La partida de las brujas" de L. Farelo (1878).

Si casi no soporto como inundas mi boca
de ese mar que te navega,
como anegas mis entrañas
de la sal que te diluye...

Si casi me siento a la deriva
en las olas de sudor entre tus espaldas,
y no respiro
y no navego
y me hundo
y me freno...

Si casi no sé qué dique 
contendrá tu amor enfurecido,
cargado de lluvia y tempestad
en la noche más oscura de tu ombligo.

Si casi me pierdo a la deriva
en las olas del temor entre tus senos,
y no respiro
y no navego
y me hundo
y...

Si machacas mi madera
con la pulsión angustiosa de tus truenos,
me arrojas al abismo con mi vértigo.
Llueve el mundo, llora el cielo...

Si casi floto a la deriva
no me rindo y nado adentro,
y no respiro
y no navego
y me hundo
y me entrego...