"Nos sentimos libres cuando escapamos, pese a que solo sea saltando de la sartén al fuego". Eric Hoffer
Redactar en
ese banco de las vicisitudes
se
convierte, a menudo, en el juego
de vivir un
día más…
Un día sin
la certeza de ser un excremento taciturno,
una sórdida
bolsa de pellejos
que se
columpia en las cejas de las parcas.
Redactar una
vida vivida, para demostrar
que tu paso
dejó algún legado más importante
que vivir un
día más…
Un día de
risas entre cafés aguados y sonrisas desvalijadas,
unas
partidas de dominó a la sombra
del cisne
rojo, que siento, cada vez, más próximo.
Redactar,
leer, releer, mirar al cielo.
Comprender
que la perfección se encuentra
en los
pequeños detalles que cambiaríamos,
y así, lleno
de arrugas y de mocos, engancharnos
al dedo de
un bebé que mira con su juventud.
El dolor es
la peor de las muertes.
El juego de
vivir un día más…
Y ganar tu
trofeo, medallón reluciente en tu faz,
una arruga
más. ¡Bravo!, lo lograste…
Conocer la
felicidad en lo cotidiano,
esa que
algunos tienen como meta y otros llevamos como compañera.
Escribir, y
vivir un día más. De eso se trata.