De un solo amanecer se ha de
reconstruir la infancia. Luis Miguel Rabanal.
Realmente tengo preguntas
casi no me atrevo a reconocerlo
el pudor se venga de mis masturbaciones
húmedas noctámbulas –sinceras.
Me atormenta no conocer mis dimensiones
mis proporciones tristes –mis
granos—añiles.
Imprimo folio tras folio y me inundo de
historia
de historias cutres.
Se me hace eterno pensar en los gritos
de mi madre en la cocina
los llantos de mis hermanas en el baño
con su sangre –y sus támpax.
La indiferencia de un padre roto-calvo-mudo
la desnudez de mis cuestiones en mi
cabeza
la estupidez del cambio
croquetas
para el domingo.
J. Herrería