No es sino el verde el color de la envidia.

lunes, 17 de octubre de 2011

Escamas.


La felicidad en ese oro que baña tus piernas.
Siempre me muerdo las mejillas verdes,
cierro los párpados insomnes,
abro las pupilas macilentas,
con los pómulos deshidratasdos.
En ese orden.

Me encantaría dejar de hablar del presente
y el futuro
como si no guardaran nada.
Todo es invadido por el pasado como una capota.
Si es que sólo fui feliz cuando estabas...

Recuerdo vivir en tí. Te quise y te quiero.
Imagino tu beso, uno sólo...
Si te escapas, sirena, entre barítonos de corales...
No tendré más remedio que pescarte en mi cabeza.
Existimos porque imaginamos.