No es sino el verde el color de la envidia.

sábado, 6 de agosto de 2011

Generación.


Es difícil el encuentro con la madurez.
Al principio la inconsciencia te traiciona,
te hace creer que sigues y sigues siendo niño.
Aquel que corría buscando caracoles
Y que, con su alma aventurera,
jugaba a encontrar la esencia del mundo.
Pero suena la música y observas como todos
los de tu edad, todos con los que has crecido
bailan sincronizados esa canción evocadora,
esa de cuando erais pequeños.
Sí, esa melodía…

Es difícil el encuentro con la madurez.
Entonces entiendes que perteneces a una generación,
una que ha dejado de ser niña para convertirse
en el futuro. Ya no buscas la esencia del mundo,
sólo te conformas con ubicarte en él,
abrir tu pequeño hueco cual cangrejo ermitaño;
y sólo si es posible, dejar un legado.
Tu pequeño grano de arena…
A cada nota se siente esa unidad y te ves saltando,
disfrutando de cada segundo de la infancia que
se desvanece en un suspiro…

¡Qué difícil el encuentro con la madurez!
Y parte de ella no quiere reconocerte, se esconde
o quizás nos empeñemos en esconderla.
Sólo un ratito más, lo suficiente para aceptar
que la barba ya te ha crecido,
que ya no te despiertas a las siete de la mañana
espontáneamente y saltas por la casa lleno de alegría.
Lo suficiente para entender que tu pie no encaja
en esos patines destrozados que tantas tardes han visto.
Sólo un minuto para aceptar que ese niño se fue hace tiempo ya,
sólo uno para despedir a la inocencia con una sonrisa tierna
y desearle, si cabe, la mejor de las suertes.

lunes, 1 de agosto de 2011

Puzle.


Es el elixir.
La aberrante certeza de tu cuerpo
en carnes rojas,
vivas,
describiendo su mortal intercambio.
Escupiendo su brutal silecio.

Destruir la incipiente reseña
de tu tacto escrupuloso,
de tu mirada pringosa.
El elixir que cura la rutina,
que infecta de esperanza.

Pese a todo lo rechazas
como unas tetas protésicas, falsas.
Prefieres enterrarte en tu cotidianeidad
y asfixiar cualquier atisbo de ensoñación.
Ánimo,
lo necesitarás junto con tu estoicismo.