No es sino el verde el color de la envidia.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Química

Escribir con los dedos helados,
que tu carne no responda, siga torpe.
Escribirse pese al frío, impulso de autoperpetuación.
Por dentro: decrépito nihilismo.

La pérdida en el sexo de la individualidad,
de la autonomía…
El duelo en la marcha, de la vivencia pretérita.
“Yo soy yo, y mis circunstancias”…

Y la memoria, el problema de la memoria.
La entidad definitoria de la personalidad.
¿Queda, acaso, algo de ti sin tu memoria?
¿Existes a penas, como tú, sin ella?


viernes, 11 de noviembre de 2011

0.


Sólo fui feliz en tus rodillas...
En tus rollizas rodillas. 
Ahora tu cadáver se entristece
por mis ojeras largas.
Ahora mi cadáver empieza a morir...

lunes, 24 de octubre de 2011

Paradise.


El tapón dorado brilla con el reflejo solar,
las mariposas azules revolotean en círculos
ahogándose, ahogando su sereno batir de alas.
Sus manchas negras y azules, sus alas, su belleza
dentro de un tarro.
Dentro de un tarro su libertad.

Brilla el cristal con el reflejo solar,
y no se rinden, dichosos insectos, al aire delimitado,
al continente estúpido.
El contenido sublime se apaga una a una, ala tras ala,
negro tras negro y azul tras…
Pero el tarro brilla. Oh! brilla.

Una aguja imperdonable atraviesa el cuerpo
de cada una de las criaturas aladas. Algunas se mueven aun.
Fijadas en cartulina, con una etiqueta brillante: Myscelia Cyaniris.
El tarro cristalino brilla en la mesa de madera.
La tapa dorada brilla también.
¿Hay siempre belleza en la tragedia?

lunes, 17 de octubre de 2011

Escamas.


La felicidad en ese oro que baña tus piernas.
Siempre me muerdo las mejillas verdes,
cierro los párpados insomnes,
abro las pupilas macilentas,
con los pómulos deshidratasdos.
En ese orden.

Me encantaría dejar de hablar del presente
y el futuro
como si no guardaran nada.
Todo es invadido por el pasado como una capota.
Si es que sólo fui feliz cuando estabas...

Recuerdo vivir en tí. Te quise y te quiero.
Imagino tu beso, uno sólo...
Si te escapas, sirena, entre barítonos de corales...
No tendré más remedio que pescarte en mi cabeza.
Existimos porque imaginamos.

sábado, 17 de septiembre de 2011

XVIII


Discernir entre lo importante y lo accesorio,
entre un famélico escarabajo
que se poya en tus rodillas y te mira.
Leer en sus ojos que estás vendiendo sonrisas,
que estás vendiendo tu tiempo
por un móvil nuevo.
O esa lágrima que ya no sale de tus ojos,
que ve a 3 milímetros de tus pestañas,
que estás atrapado en un globo elástico.
Ese que no permite que respires
y te mantiene obnubilado en una rutina sintética,
con una felicidad idealizada
que cada vez que se deja ver
es para hundirte 6 metros bajo tierra.
En eso consiste el día a día.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Espíritus marinos.

Que es muy corta la vida.
Que el pasado sustituye, lentamente,
lo que esperamos que venga. 
Nos habituamos a él, en simbiosis. 

El pasado, esa capota vieja.
Allende de la vida, la memoria. 
Y como si de resucitar se tratase, 
imaginar que me entrego para siempre. 

El futuro, ese microscopio apagado, 
lleno de resina y suciedades, 
cada vez más falso y menos amarillo. 
Una sonrisa con periodontitis, asquerosa. 

Imaginar el amanecer sobre los dorados de Klimt. 
Quizás todo se resuma a eso. 
Imaginemos, al menos.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Entonces no.

No me escuches cuando sientas que mi piel reacciona.
No me toques si tienes la certeza de las lágrimas
que me trago me están ahogando.
No me mires si notas que mis ojos están vacíos
y no ves nada detrás de mi pupila.

No me ames entonces.
Pues habré perdido la humanidad que me queda,
habre decidido dejar de ser, para no ser.

No beses entonces.
Pues no encontrarás tu sueño en mí.
Estaré muerto.

sábado, 6 de agosto de 2011

Generación.


Es difícil el encuentro con la madurez.
Al principio la inconsciencia te traiciona,
te hace creer que sigues y sigues siendo niño.
Aquel que corría buscando caracoles
Y que, con su alma aventurera,
jugaba a encontrar la esencia del mundo.
Pero suena la música y observas como todos
los de tu edad, todos con los que has crecido
bailan sincronizados esa canción evocadora,
esa de cuando erais pequeños.
Sí, esa melodía…

Es difícil el encuentro con la madurez.
Entonces entiendes que perteneces a una generación,
una que ha dejado de ser niña para convertirse
en el futuro. Ya no buscas la esencia del mundo,
sólo te conformas con ubicarte en él,
abrir tu pequeño hueco cual cangrejo ermitaño;
y sólo si es posible, dejar un legado.
Tu pequeño grano de arena…
A cada nota se siente esa unidad y te ves saltando,
disfrutando de cada segundo de la infancia que
se desvanece en un suspiro…

¡Qué difícil el encuentro con la madurez!
Y parte de ella no quiere reconocerte, se esconde
o quizás nos empeñemos en esconderla.
Sólo un ratito más, lo suficiente para aceptar
que la barba ya te ha crecido,
que ya no te despiertas a las siete de la mañana
espontáneamente y saltas por la casa lleno de alegría.
Lo suficiente para entender que tu pie no encaja
en esos patines destrozados que tantas tardes han visto.
Sólo un minuto para aceptar que ese niño se fue hace tiempo ya,
sólo uno para despedir a la inocencia con una sonrisa tierna
y desearle, si cabe, la mejor de las suertes.

lunes, 1 de agosto de 2011

Puzle.


Es el elixir.
La aberrante certeza de tu cuerpo
en carnes rojas,
vivas,
describiendo su mortal intercambio.
Escupiendo su brutal silecio.

Destruir la incipiente reseña
de tu tacto escrupuloso,
de tu mirada pringosa.
El elixir que cura la rutina,
que infecta de esperanza.

Pese a todo lo rechazas
como unas tetas protésicas, falsas.
Prefieres enterrarte en tu cotidianeidad
y asfixiar cualquier atisbo de ensoñación.
Ánimo,
lo necesitarás junto con tu estoicismo.

lunes, 4 de julio de 2011

Aullidos.


No me asustan los lobos en llamas.
Les calvaría cucharas hasta matarlos.
Las noches manchadas de sangre
Viscosa y roja…
Roja.
Me resultan erógenas y fascinantes.
Los aullidos hacen vibrar en lo insólito
El silencio de mis hilos.
Comería lobos en llamas a diario,
Para escuchar el crujir de sus huesos
Entre mis dientes afilados.
Y que me dejasen tranquilo con mis miedos.
Rojos.

jueves, 30 de junio de 2011

Despegue.


Me encuentro firme y duro
Solo de imaginar tus senos erectos,
Húmedos de saliva, iluminados tenuemente.
Y bañarlos en chocolate fundido
Para tomar un festín de la realeza.
Deslizar mis dedos tormentosos
Ombligo abajo y perderme en tu humedad.
En la risa de tu sexo.
Y hacerte volar, ante todo,
Hacerte volar…

miércoles, 29 de junio de 2011

Tienes.



Enséñame esas luces que tanto te gustan.
Transpórtame al espectáculo sideral
Y disfrutemos de estas auroras australes
Con una lágrima en cada mejilla
Y una sonrisa de admiración desdibujada.

Seamos elefantes de circo
Que recolectan los aplausos de la naturaleza.
Escribamos una vida juntos
Y luchemos por cumplir cada una de sus páginas.
Después caeremos dormidos, soñando…

Sucumbamos como presas del erotismo
Y admiremos el conjunto de nuestros cuerpos crudos.
Llegaremos al éxtasis sin tocarnos, por encima de la carne.
Enséñame esas luces que tanto brillan
Y te pagaré con la eternidad.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Puede no ser.


Puede no ser más que una idea desesperada.
Y eso de sumergirse en el terror sintético
De tus labios decadentes y estúpidos
Está pasando un poco a la historia.
No me apetece contar pétalos secos
Ni recoger granos de arroz del suelo encharcado
Porque lloras por vicio y por reputación.
Yo lloró porque no puedo hacerte cambiar.

sábado, 30 de abril de 2011

Gestación.


Llueve…
Y las lágrimas se adhieren al cristal.
Llueve…
Y un vaho siniestro sale por mis labios.
Llueve…
Y se desatan los poderes entre las pestañas.
Llueve…
El sol no sale ni fuera, ni dentro.
Llueve el cielo…
Y llora en mi lugar.

martes, 19 de abril de 2011

Lo tuyo.


De plumas negras
Con salpicones de esperma coagulado.
No se bautiza la libido, o tal vez…
No escribo flores, eso siempre lo supe.
De plumas negras va vestido
Ese mensaje que no significa más
Que el salto de una mosca
Que la caída de una lágrima,
No significa más que tu silencio.
Y sigo sonriendo, ¿sabes?
No quieras una flor
Ya que puedes recibir una espina.
Quédate tus puntos y tus comas,
Quédatelo todo.
Ya no escribo para ti.
Lo tuyo solo son manchas de semen.

sábado, 16 de abril de 2011

Generación.


Es difícil el encuentro con la madurez.
Al principio la inconsciencia te traiciona,
Te hace creer que sigues y sigues siendo niño.
Aquel que corría buscando caracoles
Y que con su alma aventurera
Jugaba a encontrar la esencia del mundo.
Pero suena la música y observas como todos,
Todos los de tu edad, todos con los que has crecido
Bailan sincronizados esa canción evocadora
Esa de cuando erais pequeños.
Sí, esa melodía…

Es difícil el encuentro con la madurez.
Entonces entiendes que perteneces a una generación,
Una que ha dejado de ser niña para convertirse
En el futuro. Ya no buscas la esencia del mundo,
Solo te conformas con ubicarte en él,
Abrir tu pequeño hueco cual cangrejo ermitaño;
Y, solo si es posible dejar un legado,
Tu pequeño grano de arena…
A cada nota se siente esa unidad, y te ves saltando,
Disfrutando de cada segundo de la infancia que
Se desvanece como un suspiro…

¡Qué difícil el encuentro con la madurez!
Y parte de ella no quiere reconocerte, se esconde
O quizás nos empeñemos en esconderla,
Solo un ratito más, lo suficiente para aceptar
Que la barba ya te ha crecido,
Que ya no te despiertas a las siete de la mañana
Espontáneamente y saltas por la casa lleno de alegría.
Lo suficiente para entender que tu pie no encaja
En esos patines destrozados que tantas tardes han visto,
Solo un minuto para aceptar que ese niño se fue hace tiempo ya,
Solo uno para despedir a la inocencia con una sonrisa tierna,
Y desearle, si cabe, la mejor de las suertes.

viernes, 15 de abril de 2011

De ti.


Pensar que no es suficiente
Con el tacto amanerado
De mis raíces cuando duermes.
Que no te sirve cada beso
Pegajoso que besa tus labios.
Saber que no disfrutas en
Las noches aceleradas
De nuestros sexos.
Conocer que tu triunfo
Se basa en un papel de teatro.

Eso no me rompe el corazón.
Lo que hace que mi cuerpo sangre
Y sude hasta perder la última
Gota de líquido…
Es que no tengas la decencia
De reconocer,
Que no eres buena persona.
De ti, hablan las serpientes.

Silencio.


Con un antojo anatómico
Engullo corazones bajo mantas
Me gusta estar a oscuras.
SILENCIO.
Quien dice corazones dice labios
Dice sexos húmedos…
Dice dientes y babas espesas.
SILENCIO.
Devoro vértebras.
Fragocito huesos y tendones.
No me van los músculos.
SILENCIO.
Busco pieles suaves
A poder ser rasuradas.
Me como lo que veo, después
SILENCIO.

martes, 12 de abril de 2011

La mejor.


He de confesar que me gustan las serpientes
Y por qué no decirlo.
Son brillantes, lubricadas, verdes, venenosas, inteligentes…
36 cromosomas en sus células. Eso ya es insuperable.
3+6=9 mi número favorito.

Adoro las serpientes, sobre todo si las chupo.
No son peligrosas si sabes hablarles.
Si las escuchas estás perdido,
Si las miras a los ojos también.
Pero si eres un encantador todo es diferente.

Puedes conseguir, incluso, que te hagan el amor.
Y nadie te lo hará como una serpiente, sucia, lubricada y verde.
Sí señor.
Como te ama una serpiente no lo hará una puta.
Porque las serpientes son las putas que saben retorcerse.
Y desencajan sus mandíbulas para engullirte,
Y derretir tu muerte, y te haces adicto a ellas…

Oh! Sí. Amo las serpientes.
Su amor no se paga con monedas oxidadas.

domingo, 10 de abril de 2011

Terminamos.


Deglute costilla por costilla.
Y una vez abierto su agujero
Debe coserse muy bien y con cariño
Para que cicatrice y cierre.
Pero siempre derrama petróleo
Y escupe cuajarones blancos
De lo que pudo ser y no fue.
Y es que si introduces la llave
Ya no hay retorno…

Siempre mendiga migajas
Hígado y sangre.
Y siempre perfunde de lágrimas
Escleras amarillas…

Casi siempre necesita silencio.
También vómitos crujientes…

Finalmente decide cicatrizar, tal vez cerrarse o perderse…

Retrato.


Son como luces estridentes
En una mañana loca, y de lluvia.
Por qué no hablar de las palabras,
De las que quedan suspendidas
En los bordes de nuestros labios ansiosos…

De esas que flotan formando
Figuras de humo entre nuestras cabezas
Un viernes cualquiera.

Y suenan las carcajadas más,
Más que campanas de iglesia.
Miro detrás de un árbol, encogido
Con los ojos lagrimosos de quien,
Por un momento, toca las plumas de un ángel.

De esas que flotan formando
Figuras de humo ente nuestras cabezas
Un viernes cualquiera.

Por qué no decir que nos encanta
Bebernos los minutos de la tarde
Con un perfume diferente, literario…
Por qué no pensar en los amigos,
En los viernes que nos quedan…

Solo.


La soledad es una cadera estridente.
Dorada.
Brillante y estridente. Sopla.
Y pincha, claro que pincha
Si se coloca encima de ti y reclama su parte.
Dorada y celeste.
Porque pesa, claro que pesa.
Y te acompaña más que una madre,
Hasta el día en que viajes…
Dorada, celeste y roja.
Roja cuando saca la lengua
Y observas sus pupilas dilatadas
Llenas de arterias espectrales.

La soledad juega al póker
Y conoce sus cartas antes de ser repartidas.
Tiene cejas blancas y saliva.
Con el mechero
Juega a desterrarte, y luego llega y llama a tu puerta
Hola, te conozco de antes.
Y no soporta el infierno, porque
Cuando la enamoras…
Explota hecha ovillos de lana.
Y sus caderas dejan las cicatrices
De los pinchazos infectados.

viernes, 8 de abril de 2011

El contexto.


De la navidad solo sabe
Que es una cebolla discreta.
Que fracturaba su corazón
En 13 colores, en 13 silencios.

Descubre en cada parpadeo
Una foto envejecida de los padres que deseó.
Pero era demasiado joven para entender
Que la esperanza no es de color verde…

Buscaba en la nieve una huella sofocada
Un beso etéreo
Que escribiera su nombre en el aire.
Solo encontró frío, agua y nieve.

Se vio obligado a crecer
Con el Tic tac de un reloj que enmudecía
Cada mes de Febrero.
Y un pajarillo dibujaba sonrisas en las pelusas de su ombligo.

Terminó bebiendo café
En una esquina corrupta de París.
Terminó escribiendo poesía
En cadáveres de lágrimas…

¡Shhhhh!


¿No la oyes?...
Ya llega tocando su cascabel.
Escribe con un Fémur tu nombre en el suelo.
¡Shhhhh!
Silencio que ya llega, no te escondas,
Sabe de ti. Solo quiere copular contigo.

Crujen sus dientes, eléctricos.
Y flotan las plumas rodeándola.
Carga su aura con misterio, ella es así.
¡Shhhhh!
Siempre le gustó jugar con la comida.
Tranquila, no te hará sangre.

Ya no falta nada…
Distingo a la perfección su rechinar de dientes.
Ya se le caen, de uno en uno, de tanto apretarlos…
¡Shhhhh!
Viene muda, sin cuencas oculares.
Es mi amiga, ¿Por qué la llamas muerte?

jueves, 7 de abril de 2011

El secreto.


Pandora quería morir.
Y no intentó respirar el agua
Hasta que sus pulmones fueran montañas de sal.
Ni quiso ser una Ofelia
Perdida en la laguna de mis lágrimas.

Tampoco quiso arder de rabia
En el fuego rosa de mi semen.
Ni ser penetrada trece veces
Por la hoja fría de mi bisturí
Bañada en chocolate y coco.

Ni siquiera pensó atravesar
Su cráneo gelatinoso
Con una bala amarilla y un clavel turgente.
O cortar sus venas de plata
Y que su sangre se perdiera...

Pandora quería morir
Y escupió las palabras verdes
Que encogieron su corazón al oírlas
Y lo dejaron como un escarabajo quitinoso.
Quería morir, ese es su secreto.

De serpientes.


No te pares en medio del trigo
Pues el viento lejano sopla
Y acalora las almas que el sudor baña
Cada mañana hasta el atardecer
En desagradecidos crujidos vertebrales.

Una serpiente despelleja
Como una puta barnizada
Y resbalará por tu entrepierna
Para engullir tu turgencia
Y hacerte esclavo de sus escamas.

Supedita la pulsión a la inocente ternura.
Desnuda almas y no cuerpos violetas.
Una serpiente es puta. Barnizada.
Y su pellejo enreda besos de ciego
Y devora semen de cuerpos cándidos.

miércoles, 6 de abril de 2011

De putas.


Beben Whiskeys ardientes
Circundan y retuercen en ramificados espectros
Escupen sedientos, ácidos cuentos
Discurren clandestinas enmarañando secretos

Cosen, unen, desordenan.
Las putas repentinas atacan
Más cáscaras de hielo en el huerto silvestre.
Se despellejan retorcidas relamiendo sus escamas.

Escupen putrefactos miembros ya indigestos
Y escriben estructuras pegajosas
Donde atrapar vidas, labios, cigarros…
Descuida tu calma, te amo, su sonido predilecto

Y serpentean dejando meandros
De excrementos en las esquinas dolorosas
De una corteza infectada y deshecha.
Y ríen como hienas esperando degustar
El esperma de tu alma.

¿Dónde?


Suena el metrónomo.
Marca el ritmo de la metástasis.
Esqueletos y marañas de huesos aparecen
En las pestañas albinas de mi lengua.
Y disfruto de una mosca pegada en un hilo de fresa.

El aleph se ocultaba jugando perderse
A que mi cuerpo lo circunde y fagocite
Como trozos de metal filoso y desgarrante.
Filosofía crujiente de varillas incandescentes.
Ocultas mi dolor bajo píldoras de quimioterapia.

Cómo se afronta la caricia de la muerte
Esas garras lobeznas que amortajan el futuro.
Quieres el cristal que ocupa el lado opaco del alivio.
Sorpendes y enmudeces con aspereza de queratina.
Y me quedo con el sonido frío de un metrónomo
Que cuenta las gotas de sangre que aún discurren hasta el silencio.

sábado, 2 de abril de 2011

En mí no, más lejos


Cuentan de una tradición espiritual.
Un cuerpo ajeno a otro cuerpo. Misma identidad.
Descriptivos azules lacados en párpados.
Negro ternura puliendo sus pestañas.

Llora en el rosa de la noche que lo arropa
Desliza su mirada en sus caderas femeninas
Terror desnaturalizado a una piel robusta
Tiernos gestos sangrantes, desdicha…

Atrevidos corsés alojaron generosos
Voluptuosos senos postizos.
Y lleno de silicona, tras una apariencia filosa,
Una chica noble, sincera.

Tradición espiritual de amarse a sí mismo.
Recaer desnuda en la entrepierna masculina
De un ser andrógino, con identidad, sin forma
Y la purpurina brillaba más que su alma
Porque no es feliz siquiera
Para perderse en la delicia oscura de su forma.

viernes, 1 de abril de 2011

Fotosínteis


Vuelan ruegos ahogados en frutas
Amarillos. Citocromos.
Para cintas de saliva, adhesiva, en tus pezones
Aeropuertos de insectos verdes y venenosos
Suplican los temores, radiactivos. Ferrodoxina.
Isótopos de metástasis y ulceraciones.

Prescripción profiláctica salvadora de almas
Pues no caen plumas de no usar las alas.
Insectos atrofiados de patas correosas.
Besos necróticos sin pasión, sin beso.
Petróleo translúcido volátil, turgentes temblores
Mi sudor es tu ombligo, centro. 1,3 ATPs

Gemir deshecho, en gritos ausentes.
Y ser la huella de una sombra descosida. Agua
Rajada. Pinzas, bisturí… 4Fotones.
Rodajas de cerebro, para ser un vegetal ecológico
Verde y oxigenado.
Fotosintético.

El azul.


Si pretendes el azul
Y lo describes bajo oscuras metáforas
Y pretéritos metrónomos
Que marcan oxidando llaves incoloras

Y si juegas con un chicle
De vidrio borroso y sudado
Con hojas de pino, y pinchas
Como esclavo tu manto dorado.

Si piensas rescatar los dientes sucios
Clavados a martillazos
En un cráneo erróneo, angular
Freír pelos en sangre cruda.

Encontrarás que un sueño
No es tiempo ni memoria
Talleres de papel y esclavos
Y esputos tuberculosos y azules.

miércoles, 26 de enero de 2011

Porque


"(...)casi todos los niños son poetas, es decir, tienen con frecuencia un sentido bastante profundo del misterio; están en un mundo un poco como extranjeros que llegan a un país en el que nunca habían puesto los pies, y miran a su alrededor con mucho asombro. El objetivo de la educación es hacer desaparecer poco a poco este asombro explicándole al niño el sentido de lo que lo asombra. Y poco a poco crece y se siente totalmente a gusto en un mundo en el que ya nada puede asombrarlo. Y así es como mueren los poetas. El poeta es esencialmente un hombre que ha conservado en el fondo de sí mismo el sentido del misterio y la capacidad de asombro. Para un gran poeta, el mundo es nuevo cada mañana. Todos fuimos grandes poetas cuando teníamos una edad de la que con trabajos nos acordamos, y cada vez que un aspecto del cielo, o del agua, o de la tierra nos sorprende y nos arroja en esa especie de tristeza agradable que es una forma del asombro, es el poeta asesinado el que se mueve apenas en su tumba(...)"

En negro.


Y la oscuridad despegó del suelo ascendiendo por los aires llevándose consigo la poca luz que atisbaban mis ojos, cobró forma de mujer, lánguida oscura de tez blanca y fría como el invierno, se contoneaba como si una mística melodía sonara tras sus pasos, su mirar triste, melancólico me absorbía la felicidad, su negra melena describía una perfecta danza en sintonía con el viento, su vestido cobraba extrañas formas que a veces parecían animales, el frío desierto de nieve parecía estar atento sólo a ella, a su mirar, al movimiento circular de sus dulces manos, el embrujo de su presencia me hacía evadirme, era como una droga que hacía olvidar los problemas, que simplemente se encontraba allí como un enorme misterio de la vida que nadie hubiera sabido responder y que sin embargo contemplaba con una sencilla tranquilidad. Si existía peligro o no ante su presencia no lo descubriría jamás pues pronto se desvaneció al igual que había aparecido y la luz comenzó a inundar la nieve, cegándome por completo, es todo lo que puedo relatar, lo que pasó después no lo quise recordar porque cuando desperté me encontraba en una limpia cama de hospital, mi madre lloraba diciendo: ¡Ha despertado!

El coma había robado tres años de mi vida de los que no tuve noticia ni de mí mismo, a día de hoy no tengo claro qué me pasó ni por qué, sólo se que para mi fuero unos segundos de sueño lo que fue una larga tortura para los que me querían.